El 14 de noviembre es ya una fecha que preocupa al Régimen,
el día en el que los sindicatos de los países que estamos sufriendo la
dictadura de la deuda bajo el yugo de la Troika han convocado Huelga General.
El 14 de noviembre es ya una fecha que preocupa al
Régimen, el día en el que los sindicatos de los países que estamos
sufriendo la dictadura de la deuda bajo el yugo de la Troika han convocado Huelga
General.
En España, después de meses en los que el Gobierno
ha recortado por encima de nuestras posibilidades, todos aquéllos que han
llenado la calles una y otra vez tienen una nueva cita con las calles,
también los que todavía no lo ha hecho. Y esta vez no será un paro
contra una reforma laboral o de las pensiones, el 14 de noviembre es una
enmienda a la totalidad de las políticas de austeridad que están
sometiendo a las mayorías sociales en este país, al igual que en Grecia y
Portugal. En este sentido, esta Huelga plantea una oportunidad única
para marcar un punto de inflexión en el nuevo momento político.
En estos últimos meses, el gobierno ha aprobado una serie de políticas que van todas ellas en la misma dirección: hacer pagar a la ciudadanía las consecuencias de una crisis que no hemos provocado. Por eso, no hay alternativa posible dentro del actual marco neoliberal: el R€gimen y su modelo se agotan. Y cada día que pasa, cada euro que se inyecta en la banca, cada familia desahuciada y cada hora extra que pagar a los antidisturbios para mantener al pueblo lejos de un congreso vallado no hacen si no echar tierra sobre un sistema ya moribundo.
Las protestas del verano para calentar un otoño que ha comenzado al rojo vivo refuerzan esta afirmación. Ante esta Huelga no podemos "conformarnos" con paralizar la producción y llenar las calles, tenemos que tener ambición , tenemos queavanzar haciala Huelga del 99%, superando
el discurso sindical y señalando claramente el aspecto sistémico de esta
crisis.
En estos últimos meses, el gobierno ha aprobado una serie de políticas que van todas ellas en la misma dirección: hacer pagar a la ciudadanía las consecuencias de una crisis que no hemos provocado. Por eso, no hay alternativa posible dentro del actual marco neoliberal: el R€gimen y su modelo se agotan. Y cada día que pasa, cada euro que se inyecta en la banca, cada familia desahuciada y cada hora extra que pagar a los antidisturbios para mantener al pueblo lejos de un congreso vallado no hacen si no echar tierra sobre un sistema ya moribundo.
Las protestas del verano para calentar un otoño que ha comenzado al rojo vivo refuerzan esta afirmación. Ante esta Huelga no podemos "conformarnos" con paralizar la producción y llenar las calles, tenemos que tener ambición , tenemos queavanzar hacia
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