jueves, 14 de marzo de 2013

La Semana Santa, el particular «agosto» de los comercios de Sevilla


Turistas Semana Santa de SevillaSevilla entra en temporada alta. A punto de sobrepasar el ecuador de marzo y con el inicio a la vuelta de la esquina de las fiestas más arraigadas y conocidas de la capital –la Semana Santa y la Feria de Abril–, los comerciantes comienzan a frotarse las manos como si se tratase del propietario de un hotel de Benidorm, en primera línea de playa, un 15 de agosto. La mayoría de los comercios de Sevilla ven aumentadas sus ventas durante los meses de marzoabril y mayo. Sin embargo, destacan que es desde el Viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección cuando más trabajo tienen las cajas registradoras.
Diez días en los que Sevilla recibe la visita de miles deturistas nacionales y extranjeros, buscando ese momento de recogimiento y silencio frente a un misterio, el de Santa Marta, por ejemplo, o el fervor que otros muchos manifiestan ante pasos más populares, como el de la Macarena o la Esperanza de Triana. Pero los turistas no son los únicos que consumen en la capital en Semana Santa. Los sevillanos aprovechan los días festivos para salir a la calle con los primeros 25 grados primaverales que agradecidamente marca el mercurio. Las terrazas de bares, restaurantes y confiterías se llenan de parroquianos adoradores de las clásicas tapas de bacalao con tomate o espinacas con garbanzos, de la rigurosa Cruzcampo y de las torrijas.

Hoteles y restaurantes

Los hoteles y restaurantes son los más beneficiados en estas fechas. En temporada alta la tarifa de los hoteles y hostales de Sevilla aumenta considerablemente. Dato que no supone ningún impedimento para que algunos establecimientos, como el hotel Inglaterra, sito en un lugar tan privilegiado como es la Plaza Nueva, tenga una ocupación hotelera del cien por cien para días como el Domingo de Ramoso el Lunes Santo, según cuenta Enrique Pedraza, jefe de Conserjería y Recepción del hotel. El resto de días hasta el Domingo de Resurrección, la ocupación, a poco más de una semana del inicio de la liturgia, ronda el 75 por ciento. «Este año está la cosa más floja, aunque esperamos que remonte a medida que se vaya acercando el Viernes de Dolores y con la Feria de Abril». Algo parecido ocurre en elhotel Las Casas de la Judería, en pleno barrio de Santa CruzFrancisco Chacón, director comercial del hotel, apunta que la ocupación hotelera ronda el 87 por ciento a día de hoy desde el Domingo de Ramos al de Resurrección. Un dato positivo comparándolo con la media del resto del año, que se sitúa entre el 40 y el 60 por ciento de ocupación.
Los bares y restaurantes también ven aumentadas sus ganancias en Semana Santa. Tres clásicos de Sevilla lo confirman: Robles, El Cairo y Oriza. Pedro Robles, uno de los dueños de la cadena de restauración, con cuatro establecimientos en Sevilla, asegura que «la clientela aumenta hasta un 30 por ciento en Cuaresma y Semana Santa respecto a otras épocas del año». Unas comisiones que dependen igualmente del tiempo. «Los dos años anteriores han sido algo más negativos, casi todos los días de Semana Santa llovió y el número de clientes bajó ostensiblemente», puntualiza. En El Cairo, en la calle Reyes Católicos, zona de paso de las cofradías trianeras, el encargado del restaurante eleva hasta el 50 por ciento el aumento de la actividad en el negocio en Semana Santa. «Esperamos que no llueva y la gente se anime y salga a la calle a comer. Este año está todo muy flojito», afirma. Por su parte, Juan Francisco García, primer maître del Restaurante Oriza, en la excepcional calle San Fernando, suscribe las palabras de los anteriores. «En Semana Santa hay más clientes, tanto nacionales como internacionales; aunque, nuestros días fuertes son el Domingo de Ramos, por el paso de la Paz, y el Martes Santo, por el paso de la Candelariael Cerro del Águila ylos Estudiantes, entre otras». Días en los que el restaurante Oriza tiene que contratar incluso a más personal, «cuatro o cinco personas más, para atender en el bar y en los comedores».
Otro de los establecimientos más populares, llegadas las Vísperas, es la confitería de la Campana.José Antonio Hernández, uno de los dueños del negocio, cuenta que las ventas en Cuaresma aumentan entre un 30 y un 40 por ciento, respecto al resto del año. «Y si no llueve, desde el Domingo de Ramos hasta el de Resurrección también lo notamos, aunque es más complicado que el cliente acceda a la confitería por la colocación de las sillas para la carrera oficial».

Las peluquerías, a tope

Además de la hostelería y la restauración, hay otros sectores que notan para bien el paso de la Semana Santa. Es el caso de las peluquerías y los centros de estéticaDavid Franco, dueño de dos peluquerías de la cadena Lebrón Peluqueros, en la calle Alfonso XII y en la plaza de la Gavidia, ratifica que «sube bastante el volumen de negocio tanto la semana de antes de Semana Santa como durante la misma, entre un 50 y un 60 por ciento en comparación con el resto del año. Aumenta la clientela y la facturación. Hay más coloraciones, más peinados, colocamos muchas mantillas, trabajos más complejos que se notan en la recaudación al final de la semana. Sobre todo el Viernes de Dolores, que es para volverse locos, pero que haya muchos Viernes de Dolores de este tipo, ¡que no falten!», asevera.

Sin souvenir en la maleta de vuelta

Los que sí están saliendo malparados con la crisis son los establecimientos de souvenirs. Pese a la llegada de turistas, éstos, en los últimos años, declinan llevarse a sus países de origen el detallito para los familiares. Nati, encargada de Souvenir Arco, en la calle Hernando Colón, lleva contabilizadas en lo que va de 2013 unas pérdidas del 37 por ciento, respecto al año anterior por las mismas fechas. «El nivel adquisitivo del turista en Sevilla ha bajado muchísimo. Los que vienen sólo lo hacen para visitar los monumentos y comer en los bares, pero ya no se llevan recuerdos. En Sevilla somos muchos los que nos dedicamos al souvenir y tampoco hay tantos turistas como se piensa», asegura. En la calle Pimienta, en pleno barrio de Santa Cruz, la encargada de Abanicos y Artesanía Callejón del Agua, respalda las palabras de Nati. «El negocio de los productos de souvenir ha descendido bastante en los últimos años. En Semana Santa no notamos ningún aumento en las ventas, cosa que sí ocurre en mayo, cuando suelen venir turistas con un nivel adquisitivo más alto», concluye.

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