Si existe un elemento clave en Semana Santa es la suerte y en 2012 no acompañó precisamente a las hermandades de Sevilla. La lluvia volvía a dejar en «casa» a 32 de las 61 cofradías que componen laSemana Santa de Sevilla. Y hablamos de «volvió» porque un año antes, en 2011, la cifra se recrudecía aún más: sólo 27 corporaciones conseguían realizar su estación de penitencia hasta el Templo Metropolitano. No se dejaba de oír por las iglesias y capillas: «Qué mala suerte, el cielo no ha querido, el próximo año será...»
Pero el azar no depende exclusivamente de la climatología, no. Las decisiones de las juntas de gobierno de las respectivas hermandades también marcaron cada una de las jornadas de la Semana Santa de Sevilla de 2012. Unas arriesgaron y erraron, otras marcaron tendencia ante la adversidad y la mayoría, ante los nefastos datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), optó por dejar la valentía en casa y guardar entre lágrimas las ganas de acompañar a sus imágenes para el año siguiente.
Pero el azar no depende exclusivamente de la climatología, no. Las decisiones de las juntas de gobierno de las respectivas hermandades también marcaron cada una de las jornadas de la Semana Santa de Sevilla de 2012. Unas arriesgaron y erraron, otras marcaron tendencia ante la adversidad y la mayoría, ante los nefastos datos de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), optó por dejar la valentía en casa y guardar entre lágrimas las ganas de acompañar a sus imágenes para el año siguiente.
El Domingo de Ramos, primero de abril, deparaba un agridulce día. La Borriquita era la primera en advertir, por la amenaza de precipitaciones, que la única posibilidad que tenía de salir era si lo hacía con su cofradía hermana, El Amor -la última del Domingo de Ramos-. Mientras pasaban las horas,Jesús Despojado, La Paz, La Cena y La Hiniesta decidían no desafiar al cielo. Pero más tarde las nubes dieron una tregua. San Roque, La Estrella y La Amargura se aventuraban entonces, tras pedir su respectiva hora de espera, por las calles del Casco Histórico de la ciudad. Faltaba El Amor, que, en esta ocasión, saldría con La Borriquita abriendo paso. Hay que recordar que el 23 de marzo de 1970fue la primera vez que la Hermandad de la Sagrada Entrada a Jerusalén emprendía sola el camino hasta la Catedral -antes había acompañado a los dos pasos del Amor-. La historia, por lo tanto, se repetía para nostalgia de muchos: el júbilo y la muerte de Cristo fueron de nuevo de la mano por lacarrera oficial.
Pero si hay un día de la Semana Santa de 2012 que quedará en el recuerdo de los sevillanos, ese será el Lunes Santo, sin duda alguna. Ese Lunes estaba llamado a ser el de las novedades, ya fuera por la lluvia o por la ausencia de ésta. El Cautivo del Polígono habría salido de su templo por primera vez -se realizaron obras para habilitar la puerta de la iglesia al tamaño de los pasos-, y la lluvia apareció. Y es que, en la mente de los del Polígono estaba muy fresco aún el aguacero vivido en 2010.Santa Genoveva, que habría pasado por vez primera por la renombrada calle Nuestra Señora de las Mercedes -antigua Pilar Bardem-, también se quedó en casa. La Redención y San Gonzalo, tras tomarse hasta dos horas de margen para decidir, salían. Error. Empezó a llover y El Beso de Judastuvo que resguardarse en la Anunciación y San Gonzalo, el primer paso, en la Magdalena y, el segundo, en La Estrella. Por su parte, Santa Marta, Las Penas, Las Aguas y El Museo se apuntaban al sensato «no». Sin embargo, como hemos mencionado líneas atrás, el Lunes Santo quedaría para el recuerdo. La Hermandad de la Vera Cruz, en una decisión inédita en la Semana Santa de Sevilla, dejaba a sus imágenes titulares a buen recaudo de las inclemencias meteorológicas en el Convento del Dulce Nombre, pero no a sus nazarenos. Éstos custodiarían un cortejo en el que el Lignum Crucis tomaría el verdadero protagonismo. La Vera Cruz, por tanto, fue la única hermandad en llegar a la Catedral y la imagen del día -incluso del año-.
El Martes Santo vivió una crónica negra en 2012. Ninguna cofradía ponía sus pasos en la calle ante el aviso de lluvia. No obstante, y viendo el revuelo del día anterior por la Vera Cruz, el presidente del comisionado de San Esteban, Jesús Creagh, decidió realizar un Vía Crucis dentro de la iglesia con el Lignum Crucis que atesora la Casa de Pilatos. Para ello, una comitiva se desplazaba para recoger la reliquia, que fue colocada para el Vía Crucis en el paso de Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje.
Y el Miércoles Santo salió el sol. La fortuna llevaba sonriendo al Miércoles Santo dos años consecutivos. En 2011, pese al infortunio de la lluvia, ese día brilló el sol más que nunca. Todas las cofradías se lucieron en la calle para gozo de los sevillanos, que se desquitaban del mal sabor de las anteriores jornadas.
Y el Miércoles Santo salió el sol. La fortuna llevaba sonriendo al Miércoles Santo dos años consecutivos. En 2011, pese al infortunio de la lluvia, ese día brilló el sol más que nunca. Todas las cofradías se lucieron en la calle para gozo de los sevillanos, que se desquitaban del mal sabor de las anteriores jornadas.
Aunque el destino querría que el Jueves Santo sólo los Armaos de La Macarena salieran a las seis de la tarde para anunciar la Madrugá. Un anuncio que parece que asustó al cielo, al menos durante unas horas, las necesarias para que todas las corporaciones pusieran sus imágenes titulares en la calle. Eso sí, La Macarena, Triana y Los Gitanos acortaron sus recorridos de vuelta para estar antes de las diez de la mañana en sus templos, hora en que la lluvia volvería a hacer acto de presencia. Y así fue.
El Viernes Santo, al igual que el Domingo de Ramos, viviría la cara y la cruz de la felicidad. La O sería la única cofradía en cruzar ese día el Guadalquivir. El Cachorro no expondría a su hermandad a los designios del tiempo, un clásico; y La Carretería seguiría sus mismos pasos. El resto, La Soledad, San Isidoro, Montserrat y La Mortaja, completarían sin problemas sus respectivas carreras oficiales.
El Viernes Santo, al igual que el Domingo de Ramos, viviría la cara y la cruz de la felicidad. La O sería la única cofradía en cruzar ese día el Guadalquivir. El Cachorro no expondría a su hermandad a los designios del tiempo, un clásico; y La Carretería seguiría sus mismos pasos. El resto, La Soledad, San Isidoro, Montserrat y La Mortaja, completarían sin problemas sus respectivas carreras oficiales.
Sábado Santo y Domingo de Resurrección discurrieron sin problemas. La Virgen de la Aurora cerraba en una espléndida mañana la Semana Santa de Sevilla 2012.